17/01/09
Fuente: Diario de Cuyo | Adrián Alonso
Una recorrida por este Valle cordillerano relevó al menos 60 hectáreas de viñas y parrales que entrarán en producción en la cosecha que se inicia. Hay buena calidad y sanidad en los racimos y continúa el interés internacional por sus vinos. Calingasta se ha convertido de un tiempo a esta parte en un centro de noticias en torno a su desarrollo vitivinícola y desde la campaña 2000-2001 a la 2006-2007 sus viñedos aumentaron de 129 hectáreas a 305 hectáreas según el relevamiento agrícola del Departamento de Hidráulica …
Ahora las nuevas superficies de viñedos son noticia por que su entrada en producción comienza a producir mayor cantidad de uvas de vinificar y todo hace pensar en un futuro promisorio para la viticultura y la elaboración de vinos en este valle cordillerano.
Es que entre el cordón montañoso de El Tontal y la Cordillera de los Andes bodegas y empresarios sanjuaninos apuestan a la vitivinicultura en el microclima calingastino, su más de 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar en su oasis agrícola y el creciente turismo internacional que recorre sus bellezas naturales inigualables. En el lugar además de construirse al menos dos pequeñas bodegas para elaborar vinos de alta gama que ya transitan mercados internacionales en Alemania y Canadá.
Suplemento Verde de Diario de Cuyo dialogó con el licenciado en enología Juan Patricio Vilanova, sobre un pequeño relevamiento técnico realizado sobre las fincas Franco Pastorelli, Abraham Brant, Alta Bonanza de los Andes, Vidal Osa, Cordillera Nevada S.A, Finca Navada S.A., ubicadas en zona sur del valle de Calingasta, Hilario, Tamberías, Sorocayense, La Puntilla y Barreal.
En total la superficie relevada suma unas 60 hectáreas localizadas a una altura sobre el nivel del mar de entre 1.450 y 1.600 metros, con variedades cultivadas Blancas Torrontés, Sauvignon Blanc, Pinot Gris. En cuanto a las variedades tintas se observaron Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah, Merlot, Bonarda.
Según comentarios del licenciado Vilanova y de la gente del lugar, “el invierno no ha sido muy frío, no ha habido daños importantes por heladas tardías, los vientos en primavera causaron desgarre de los nuevos brotes, pero dentro de lo normal, y las lluvias de verano hasta el momento son escasas, lo que hace que la sanidad sea óptima”.
“Solo en las fincas de grandes extensiones se ha aplicado azufre mojable y sulfato de cobre de modo preventivo, en las fincas de pequeños productores no se a aplicado ningún producto”, consignó el enólogo.
Agregando finalmente que “las vides están comenzando el envero, y a juzgar por el avance de la coloración de los granos, en la variedad Cabernet Sauvignon que es común a varias fincas, se puede establecer a priori un orden de maduración de zonas más tempranas a más tardías como sigue: La Puntilla, Hilario, Tamberías y Sorocayense”.
